Frappes

Frappes

viernes, 27 de noviembre de 2015

Café "lavado" o café de altura




Pocas figuras son tan vitales para el medio como el catador; un “clásico” en el mundo del café. Se trata de una persona con una especial capacidad sensorial organoléptica para determinar la calidad del grano. Está capacitada para controlar el proceso industrial en el beneficiado húmedo y seco y el adecuado almacenamiento para su correcta conservación. Podríamos asegurar que es la persona que más sabe de café, incluido el dueño de los granos. Con la agudeza de sus sentidos determina la clasificación de los cafés.

Existen dos tipos básicos de plantas cultivadas en México: la arábica y la robusta. La primera se da a una altura de 500 a 2 mil msnm; su contenido de cafeína es de 1.5% y su sabor es suave. La robusta es más resistente a las plagas, contiene 2.5% de cafeína y su sabor es más bien áspero. A su vez los cafés lavados se subdividen en “suaves colombianos” (Colombia, Kenia y Tanzania) y “otros suaves” (América Central, India, México y Nueva Guinea), entre varios.

A la hora de seleccionar un café podemos elegir entre un “bueno lavado”, “prima lavado” o “de altura”. El primero es el café de exportación; se produce a poca altura y su calidad se distingue por el suave sabor, aroma delicado, acidez ligera y poco cuerpo.

El “prima lavado”, se da en una zona de altura media; su sabor y aroma son agradables, buena acidez y buen cuerpo. Éste puede ser el café estándar que se cosecha en nuestro país, siendo su producción de un 80%. El “de altura”, corresponde al recolectado en regiones de más de 950 msnm y se distingue por un aroma exquisito y un sabor incomparable. Es el de mejor calidad y se le conoce entre algunos expertos como café “estrictamente altura” o “fancy”. Su aroma es fuerte y grato y tiene mucho cuerpo.

 Fuente: México Desconocido



martes, 24 de noviembre de 2015

Un buen café... el mexicano








El café es un producto de mucho riesgo, de sumos cuidados, de buena suerte y de beneplácito de la naturaleza. “El café puede ser un placer para quien lo toma, pero también una pesadilla para quien lo cultiva, un inestable pero lucrativo negocio para quien lo comercializa y una fuente de riqueza y poder para quien controla su transformación...” dice un finquero, y dice bien.

Para obtener una taza humeante de exquisito café, el cultivo tarda de 4 a 5 años en producir su fruto. La cereza del café se corta de manera manual y una por una. Después se lleva a “despulpar” en el “beneficiadero”; esto significa quitar la pulpa a la cereza y todo rastro de la fermentación. Viene después el “secado”, que es también sumamente importante en el proceso de obtención del café.

En México este último proceso generalmente se lleva a cabo en asoleaderos que se extienden en los patios, un proceso natural con el sol del día. El secado tarda de 4 a 5 días pero con maquinaria éste se afecta en 30 horas. Así es como se llega al café de “pergamino”, o de “almendra”, que es su capa protectora, donde se mantiene con un 12% de humedad y se puede guardar seco durante semanas, meses o hasta un año en el beneficiadero sin deterioro de su calidad.

Fuente: México desconocido



viernes, 20 de noviembre de 2015

10 usos alternativos para el café que no conocías



Después de beber una buena taza de café, muchas personas suelen desechar los residuos de este producto. Sin embargo, tal y como sucede con muchos otras cosas, los granos molidos pueden tener otros usos después de haber sido consumidos. Por lo tanto, saber reutilizarlo es una excelente idea que puede ayudar a conservar el planeta e incluso para ahorrarse un poco de dinero. A continuación te presentamos 10 formas de reutilizar el café, todas ellas opciones muy fáciles de poner en marcha.


1. Evita malos olores
 Colocar un poco de café en un vaso y meterlo en el frigorífico puede ser de gran ayuda para que este no conserve malos olores. Asimismo, si nuestras manos tienen un olor desagradable basta con frotar un poco de café sobre ellas y después enjuagarlas con agua tibia. De esta forma, el aroma desaparecerá.

2. Exfoliante para la piel
 Gracias a su textura y a la cafeína, los granos de café molidos son muy buenos para exfoliar la piel y reducir la celulitis. Para esto último es muy recomendable mezclar los restos de café con un poco de aceite de coco y posteriormente frotarlo de manera circular por toda la piel. Para exfoliar se realiza algo muy similar: el café se mezcla con media cucharada de aceite de oliva y se frota sobre la piel durante algunos minutos. Al final solo hay que enjuagar.
 
3. Hacer composta
 El café es perfecto para preparar composta. Además, se puede usar en plantas que necesiten de tierra ácida gracias a que les aporta una buena cantidad de elementos, como cobre, potasio, magnesio y fósforo. Igualmente, mezclar café molido con las semillas de zanahorias y rábanos es de gran ayuda para estos alimentos.
 
4. Da brillo al cabello
 Podemos reutilizar el café para tener un cabello mucho más brillante. Esto se consigue mediante una solución de café y agua, tal y como se hace cuando queremos una taza de esta bebida, la cual debe de estar fría o por lo menos a temperatura ambiente. La solución se utiliza después de lavar el cabello, dejándola reposar ahí durante unos veinte minutos. Finalmente se enjuaga.
 
5. Repelente de animales e insectos
 El café es un efectivo repelente de hormigas y de algunos animales, principalmente gatos. Para las hormigas solo es necesario esparcir el café molido y seco en aquellos lugares donde se encuentran estos insectos. En el caso de los gatos lo mejor es mezclar café con cáscaras de limón y naranja. Este olor no es del agrado de dichos animales, por lo que los aleja. Por si fuera poco, frotar un poco de café húmedo también ayuda a nuestras mascotas contra las pulgas.
 
6. Limpiador
 Debido a que es abrasivo y ácido, el café es utilizado por muchas personas como limpiador de superficies, sobre todo de la cocina. Para ello basta con mezclar el café molido con un poco de jabón y agua para aplicarlos en los lugares que queremos limpiar.
 
7. Ambientador
 Además de evitar malos olores, el café también funciona como ambientador gracias a que su aroma suele ser fuerte y penetrante, además de agradable. En este caso debemos colocar el café molido dentro de una fibra o tela porosa que permita que el olor del café se esparza por todo el lugar. Adicionalmente se le puede agregar algún tipo de aceite aromático o cáscaras de frutas.
 
8. Inhibidor de polvo
 El café se puede usar en sitios que acumulan cenizas o mucho polvo, tal y como sucede en las chimeneas. Es importante que el café molido se encuentre húmedo ya que de lo contrario no funcionará. Este se esparce encima del polvo, con lo cual será más fácil recogerlo.
 
9. Mantiene en buen estado los muebles
 Los muebles de madera se pueden conservar en buen estado gracias al café. Tan solo hay que frotar con un paño toda la superficie del mueble, con lo cual obtendrá brillo.
 
10. Cocinar
 Los restos de café son útiles para preparar distintos postres y pasteles. También se usan como sustrato para cultivar setas y hongos. Como vimos anteriormente, el café posee propiedades que son muy buenas para la tierra en general y para cultivar ciertas plantas.

Fuente: Mejor con Salud