Frappes

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viernes, 29 de enero de 2016

Mitos y verdades sobre el café




El café, ese compañero del desayuno, esa pausa del día para recobrar las energías, ese placer a la hora de disfrutar de un buen libro o una buena película, se ha convertido en una parte tan trascendente de nuestra cultura global, que desde luego son muchos los mitos tejidos a su alrededor. Algunos son verdades, mientras que otros no son ciertos.
El primer mito es que hay personas que no pueden comenzar su jornada sin un café, para poder tener algo de concentración. Esto es claramente cierto. La cafeína es un poderoso estimulante que evidentemente, aumenta el estado de alerta y concentración a la mañana al levantarse.
Se dice que el café genera adicción, lo cual no es inexacto. La cafeína es un alcaloide, que a dosis considerables puede generar adicción. Pero se ha probado la inocuidad de un consumo moderado, por lo cual no se produce dicha adicción si se mantiene la ingesta a niveles sensatos – evitando así además, otros problemas de salud causados por el exceso de café.
Por mucho tiempo, el café ha sido algo “demonizado”, razón por la cual se cree que no se debe consumir café durante el embarazo. La Organización Mundial de la Salud sitúa en 300 mg. de cafeína la dosis considerada segura en el embarazo, cualquier cantidad por debajo de esa cifra, no tiene efectos nocivos sobre el desarrollo o la salud fetal, como tampoco sobre el normal devenir de la gestación. Es cierto, por otra parte, que se debe evitar el café mientras se tiene una infección urinaria, ya que si bien el café es diurético, es además irritante.
Muchas personas creen encontrar en el café, una forma de mantenerse en el peso ideal. Esto no es ni verdad, ni falso. Lo cierto es que no ayuda a bajar ni aumentar de peso, se puede consumir en cualquier momento, siempre y cuando se evite agregar azúcar o excesiva cantidad de leche – aunque sea descremada. Pero sí es cierto que el café activa el metabolismo y ayuda a sentirse con más energía, por ejemplo si se lo consume antes de realizar ejercicios. Así que bien utilizado y en cantidades moderadas, el café es un aliado del peso ideal.
Muchas personas diabéticas piensan que el café es malo para ellos, lo cual es falso. El café por sí solo no altera el nivel de glucosa en la sangre, es probable que se pueda disfrutar de una taza de café sin azúcar, sin mayores inconvenientes. Pero de todas formas, se debe consultar con el médico tratante.
El café tiende a elevar la presión arterial, por lo tanto no es un mito que las personas hipertensas deberían restringirlo a un consumo ocasional, siempre conversándolo con el médico de cabecera.
Otro mito que circula es que el café no debería combinarse con productos lácteos, porque el café afecta la absorción del calcio. Esto es cierto, pero de todas formas, todo depende de con cuánta frecuencia se mezclen estos alimentos. Así es que no tiene nada de malo agregar algo de leche a tu café, pero procura consumir alimentos con calcio en otros momentos de tu día, y no excederte en la cantidad de café consumido, para no perjudicar la salud de tus huesos, consejo especialmente válido para las mujeres mayores. Otra buena idea es no consumir nada con calcio, como un alimento o suplemento nutricional, entre media hora antes y media hora después de tomar tu café para que no interfiera con tus niveles de calcio.
Muchos consumidores piensan que el café no es una bebida saludable. La conclusión es que en cantidades moderadas, sí lo es. Diversas investigaciones hallaron que el café tiene una importante cantidad de compuestos fenólicos, los cuales tienen una gran capacidad de antioxidante, incluso mayor que el té verde, cerveza, jugo de manzana, entre otros alimentos.
Fuente: Amantes del café.org

miércoles, 27 de enero de 2016

Efectos del café a nivel físico




Mucho se dice y se cree con respecto al café y sus efectos a nivel físico. Es cierto que se debe beber con moderación, pero esta infusión ha sido injustamente demonizada durante décadas. Lo cierto es que el café puede beberse sin afectar nuestra salud, incluso ofrece algunos beneficios a nuestro cuerpo, si la cantidad no es excesiva.
En el cerebro se concentra el principal efecto de la cafeína principio activo del café su poder estimulante aumenta el funcionamiento de la mente y la capacidad de concentración, a los 30 minutos uno se siente más despierto, aunque este efecto se va tras un par de horas.
En los ojos, el café produce dilatación de las pupilas, aunque el efecto es muy sutil, y no se nota a simple vista, si bien es posible percibir que mejora la percepción visual con un café.
Una taza al día de café sin leche ni azúcar podría ser beneficiosa para los dientes. Esto se debe a su alto contenido en polifenoles, que funcionan como micronutrientes eficaces para eliminar placa y bacterias, y si no nos excedemos en el consumo, los dientes no se ponen amarillentos.
El café sobre el corazón aumenta la sensibilidad de las vías neuronales y pasan más rápido los impulsos eléctricos que van al sistema cardiovascular. Tras 15 minutos desde la ingesta, la cafeína eleva el pulso y aumenta la presión arterial entre 10 y 15%. Estudios recientes confirman que un consumo moderado no es un factor de riesgo para enfermedades cardiovasculares, hipertensión o arritmias.
A nivel del estómago, el café mejora la digestión, por lo que nos sienta tan bien una taza luego de comer. La cafeína activa los receptores en el estómago y aumenta las secreciones gástricas, y es así que el mayor nivel de ácidos ayuda a digerir la comida rápidamente. Un exceso de café, o tomarlo con el estómago vacío, produce acidez por este motivo.
El café acelera el funcionamiento intestinal, ayuda a digerir más rápidamente los alimentos, y tiene un efecto laxante ligero.
El café es señalado como un diurético y se lo acusa de causar deshidratación. Esto es cierto, pero su efecto diurético no es tan marcado. Si se lo ingiere moderadamente y se toma una cantidad diaria de agua adecuada, el café ayuda a combatir la retención de líquidos.

Fuente: Amantes del Café.org


viernes, 22 de enero de 2016

Consejos para degustar café





El café es una infusión que se saborea y disfruta, no hablamos del café cotidiano, ese que tomamos a las apuradas cada mañana. Nos referimos a ese capricho que se consienten los amantes del café, es decir, a un café de alta calidad, con un bouquet de aromas y sabores que merecen que se los aprecie debidamente. Es para estos casos que compartiremos algunos consejos para degustar el café.
Estas técnicas no difieren demasiado de otras más popularizadas como las que se utilizan para catar vino, pero en definitiva nos sirven para valorar un café de primera calidad.
Lo primero ante una buena taza de café, es activar el olfato, componente clave del sabor. La lengua, el sentido del gusto, apenas distingue cuatro sabores: salado, dulce, amargo y ácido. En cambio, el sentido del olfato, es capaz de detectar una cantidad innumerable de aromas, de los más sutiles, que son los que nos ayudan a captar la individualidad de cada café. Así, lo primero, es oler nuestro café.
El aroma es determinante en el sabor. El tinte de ese aroma puede ser floral (si sentimos una sutil reminiscencia a flores, como la lavanda) o también podemos percibir matices ahumados, como leña. Algunas de estas categorías aromáticas que sirven para clasificar y describir un café son: floral, vinoso, terroso, frutal, picante, dulce y limpio.
El paso siguiente es dar el primer sorbo. Se debe airear el café dispersándolo a través del paladar, lo que permite que los sabores y aromas sutiles lleguen a la nariz.
Concéntrate en qué parte de la lengua está percibiendo el sabor: la punta, los lados, y también cómo se siente el café en la boca.
La acidez del café es una de las características más destacadas, pero no se refiere a percibir un café agrio, sino más bien a una sensación en la boca de frescura, de sabor limpio. Suele ser percibida a los lados de la lengua, no es lo mismo que el amargor. Es una característica de los cafés de gran calidad, provenientes de cultivos de gran altitud, como muchos de los de Latinoamérica.
Por cuerpo, se percibe a la impresión tangible del café en la boca. Existen cafés ligeros, otros medios y otros con cuerpo. Tanto la variedad como el método de preparación afectan la percepción de cuerpo: los cafés preparados en una prensa de café o los Espresso suelen tener un cuerpo más completo que los cafés preparados por otros métodos.
Finalmente, el sabor describe la impresión total del aroma, la acidez y el cuerpo. Es útil en este punto, relacionar el sabor con algunas reminiscencias, por ejemplo, si el café recuerda al chocolate, o a algún otro sabor.
Fuente: Amantes del café.org

viernes, 15 de enero de 2016

¿A qué se llama "Blends" o "Mezclas de café"?



En todo el mundo, a una mezcla de varias clases de café verde acostumbra a denominarse con el nombre inglés: blend. En los países de habla hispana la palabra “mezcla” se aplica para distinguir una mezcla de café natural con torrefacto. En este artículo usaremos la palabra mezcla pensando sólo en cafés naturales.
El gusto de un tipo de café puede variar en función de diferentes circunstancias, tales como la especie botánica (Arábica o Robusta), la variedad (Typica, Caturra, Bourbon, Blue Mountain, Mundo Nuovo, Kent, Maragogype, Kouillou, Niaouli, etc.), las características del suelo, la altura, el momento de la recolección, el tratamiento…
Todas estas variables hacen que haya muchos tipos de cafés con diferencias organolépticas apreciables y aunque se preparen y se beban cafés de orígenes o variedades únicas, hay muy pocas que tengan la suficiente personalidad en sí mismas para poder conseguir un buen café. Entre estas podríamos destacar el ya conocido Blue Mountain de Jamaica, el Etiopía Sidamo, Guatemala Antigua, Costa Rica Tarrazú, Venezuela Tachira, Hawai Kona, Kenia AA, etc.

Mezclas
Los blends de café han de servir para obtener un producto adecuado al objetivo que queremos conseguir. Estos gustos varían en función de los hábitos de los diferentes países. Cuando sabemos el objetivo para el cual va destinado el café, es cuando debemos decidir los tipos de café que van a formar el blend y las condiciones de proceso a los que este café estará sometido.
En el café verde podemos formar varios grupos por sus diferentes características, de las cuales las más importantes son:

  • El aspecto aromático
  • La acidez afrutada
  • El amargor
  • El cuerpo

Generalmente los cafés con una cierta acidez y algo de gusto afrutado coinciden con ser también los más aromáticos. Algunos ejemplos podrían ser los Kenia, Etiopía, Colombia, Costa Rica, Guatemala…

En el grupo de amargos deberíamos distinguir desde amargos dulzones como los Brasiles hasta los amargos más fuertes como los Haití.
Cualidades según la especie botánica
 Arábicas
  • Cafeína: Poca
  • Cuerpo: Liviano
  • Perfume: Acusado
  • Acidez: Bastante
  • Amargor: Poca

Robustas
  • Cafeína: Importante
  • Perfume: Débil
  • Acidez: Poca
  • Amargor: Acusada
Los cafés Robustas en general también son bastante amargos. En los ejemplos de cafés con cuerpo encontraríamos a los Robustas como Costa Marfil, Uganda, India o Camerún. Aunque de manera menos pronunciada, algunos Arábicas reúnen esta cualidad.
Hay también un grupo importante de cafés que podríamos llamar neutros o que afectan menos a las características propias de los cafés que antes hemos nombrado, como ciertos tipos de cafés Brasiles, otros no lavados y algunos Robustas muy suaves.
Hasta ahora hemos hablado de cómo hacer un blend a base de diferentes tipos de café y orígenes, pero el primer y más importante paso es que antes de mezclarlos e independientemente de las garantías de origen de los distintos cafés, estos sean
probados para asegurarnos de que reúnen las mismas características organolépticas de cuando establecimos los parámetros del blend.
Debemos tener en cuenta que el café es un producto natural que puede variar de un año a otro, tal como ocurre con el vino. También hay diferencia en los atributos desde el principio hasta el fin de una cosecha, con lo que al mismo tiempo estamos variando el gusto del blend final. En este caso el responsable de la preparación de los blends es básico y ha de estar profundamente preparado para poder compensar e igualar estas desviaciones en el producto de base que es el café verde.
Otra variable sería el que la preparación de los blends no se hiciera en el café verde sino una vez este haya sido tostado. Una misma mezcla preparada en verde o en tostado nos daría diferencias en el sabor, debido a que a partir de la mezcla en verde y dependiendo de los tipos de café verde mezclados, puede haber diferencias de color en el tueste dependiendo de las estructuras propias de los diferentes componentes y lógicamente estas diferencias de color dan un gusto diferente al producto final.
Características de algunas variedades de Café (según su país o zona):
Indonesia, Sumatra mandheling
  •  Aroma: poco
  • Sabor: cuero, tierra
  • Cuerpo: mucho
Brasil, cerrado
  • Aroma: medio
  • Sabor: dulce, afrutado
  • Cuerpo: medio
Guatemala, Antigua
  • Aroma: alto
  • Sabor: cacao
  • Cuerpo: medio alto
Kenia AA
  •  Aroma: alto
  • Sabor: suave y dulzón
  • Cuerpo: ligeramente cremoso

Fuente: Amantes del café.com

martes, 12 de enero de 2016

Cómo el café puede mejorar tu piel



El café, cotidiano compañero para tantos amantes de esta oscura infusión, es además un aliado para la belleza de la piel. Probablemente no lo sabías, pero tu taza de café puede ayudarte en algunos aspectos a mejorar el aspecto de tu piel y cutis.

En primer lugar, tomar entre tres y cuatro tazas de café al día se ha vinculado en estudios con una disminución de 20% en el riesgo de desarrollar melanomas malignos, que son los que determinan el cáncer de piel. Cabe decir que esta virtud se ha encontrado en el café normal, pero no en el descafeinado. Los datos se desprenden de una investigación dada a conocer en la Journal of the National Cancer Institute.

Cómo el café puede mejorar tu piel
El café es una fuente rica en antioxidantes. Recordemos que nuestro entorno, los alimentos y bebidas “chatarra”, el estrés, el tabaco, entre otros factores, generan en nuestro cuerpo la presencia de radicales libres (partículas de contaminación). Particularmente, en nuestra piel son causantes de envejecimiento, resequedad, arrugas y opacidad. Pero el café, con su alto contenido en antioxidantes, ayuda a contrarrestar la acción de estos agentes.
El café es además un excelente ingrediente para una mascarilla facial. Mezclar dos cucharadas de extracto de grano de café con una de aceite de oliva, aplicar diez minutos sobre el rostro y retirar.
La cafeína, presente en el café, tendría un efecto protector frente a los dañinos rayos ultravioleta. Al tomar café habitualmente, se previene el fotoenvejecimiento y la aparición de manchas y arrugas.
El café además influiría positivamente en la reparación y crecimiento de tejidos, puesto que aumenta el colágeno, la hidratación y flexibilidad de la piel.
El café estimula la circulación sanguínea, lo que hace que la piel esté más nutrida e hidratada, al tiempo que reduce la inflamación de los tejidos, evitando hinchazones y enrojecimiento.
El café es un gran exfoliante natural, para remover las células muertas de toda nuestra piel y ayudar a eliminar la celulitis. Si necesitas exfoliarte, mezcla los posos de café (el café molido usado, que normalmente desechas del depósito de tu cafetera una vez lo preparaste), con tu crema corporal habitual, frota tu cuerpo con movimiento circulares en la zona de tus caderas, muslos, piernas y deja reposar por 15 minutos. La acción vasodilatadora del café, ayuda a tratar la celulitis.
Fuente: Amantes del café.org